sábado, 3 de diciembre de 2011

Cada día me sorprendo más

Esto es increíble, a diario me codeo con muchas personas nuevas. Personas con las que tan solo cruzo miradas, con las que tropiezo, a las que pido algo para comer, a las que disculpo o pregunto, en fin, siempre interactuando con la gente; pueden ser desconocidos, conocidos, en la tienda, en el bus, en la facultad, viajando en tren e incluso andando por la calle…

Empecé conociendo mil Erasmus como yo, de todos los países europeos y algunos del resto del mundo, españoles por el mundo, profesores, gente extranjera afincada en España y mucho más.

En una semana había conocido a gente relacionada con empresas importantes españolas, algo que venía buscando, pero que nunca pensé que encontraría en tan poco tiempo.

En un mes ya conocía a los trabajadores de los lugares de frecuentaba, las secretarias de mi facultad, profesores, compañeros de residencia rumanos, moldavos, nigerianos…

A día de hoy llevo 3 meses y una semana y sigo sorprendiéndome. Cada trayecto cada paso que doy, ya sea corto o largo, conozco a personas diferentes.

Conocí a profesoras de colegio e instituto, a una chica con empresa propia enseñando inglés, a un chaval en recursos humanos, a campesinos de avanzada edad hablando sólo rumano, a una chica estudiando lenguas extranjeras, a una actriz, a gitanos rumanos…hoy conocí a un profesor de universidad... todo esto suele ser en el tren Brasov-Bucarest con 3.5 horas de trayecto.

En la facultad tengo amigos, muchos amigos. En clase tengo compañeros, en mi residencia saludo a medio pasillo, compañeros de facultad en el campus, algunos solo de vista, e incluso he llegado a salir a andar a la montaña con un profesor, su esposa y amigos.

Profesores que me llaman a mi teléfono, que me escriben mails, y algunos de ellos no los he visto ni en persona. Todos saben que soy español, aquel al que tratan divinamente. He llegado a compartir hasta material didáctico rumano-español-inglés, software, ejercicios, etc.

Rumano-germano, portugueses y españoles

En conclusión, ¡no paro! Todo el que me conoce sabe que tengo una virtud, hablo todo el tiempo, y sí, digo virtud porque de no ser así no podría contaros todo esto. Algunas veces lo hago en español, son las menos, otras lo hago en mi todavía pobre rumano y el resto en inglés, algo que me asombra.

Ahora es cuando me doy cuenta de lo importante que es hablar, pero hablar en aquel idioma que se te ponga por delante, no por mejorar un Currículum Vitae, sino por poder comunicarte y hacer una vida de lo mejor posible, disfrutando  siempre al máximo.

Disfrutando de cada día.

El charlatán viajero.